La realidad de las conductas autolesivas

Las conductas autolesivas se definen como cualquier comportamiento deliberado destinado a causar daño físico directo en el cuerpo, sin la intención de provocar la muerte. La deliberación implica que no es accidental, sino intencional, desmitificando la creencia errónea de que aquellos que se autolesionan buscan únicamente causar un daño mortal. Existen diversas razones que motivan este comportamiento, y aunque la autolesión a menudo se asocia con cortes o heridas causadas por objetos cortopunzantes, también puede manifestarse mediante quemaduras, excoriaciones, golpear paredes, o infligiéndose golpes.

Es esencial discernir cuándo una acción específica puede representar un alto riesgo para la vida, afectar la calidad de vida o perjudicar la salud frente a estas conductas problemáticas. Aunque la autolesión no constituye un trastorno mental en sí misma, está vinculada a problemáticas que implican desafíos en la regulación emocional, como trastornos de la personalidad, trastornos alimenticios, trastornos del estado del ánimo como la depresión y ansiedad, o incluso la esquizofrenia. Sin embargo, no todas las personas que presentan estos trastornos necesariamente se autolesionarán, ni viceversa.

La evidencia científica indica que la probabilidad de presentar conductas autolesivas aumenta en la población adolescente y adulta joven. La función principal de esta conducta radica en la capacidad de la persona para cambiar o reducir el malestar emocional, regulando así las emociones intensas del momento. La falta de crecimiento en contextos que fomentan el desarrollo de habilidades de regulación emocional lleva a la adopción de estrategias inadecuadas, como la autolesión, que proporciona un alivio a corto plazo. Sin embargo, este método puede alejar a la persona de sus valores fundamentales y convertirse en un problema a largo plazo.

Es crucial desmitificar la idea de que la autolesión busca manipular, llamar la atención o buscar placer. Se debe entender que esta conducta surge como un medio para regular una emoción intensa. Además, es un error perpetuar el mito de que las mujeres se autolesionan más que los hombres, ya que no hay evidencia que respalde esta afirmación.

En caso de sospechar que alguien en nuestro círculo cercano está llevando a cabo conductas autolesivas, se recomienda aplicar la estrategia PEDRA: preguntar directamente sobre la sospecha y expresar la preocupación por el bienestar de la persona; escuchar sin emitir juicios de valor de manera activa; disuadir; enviar a ayuda especializada; y, como último paso, acompañar a la persona en este proceso.

Articulo realizado por: Ana Catalina Bolaños Fernández, Psicóloga en formación, 2023.

Artículo basado en el programa Conectados con Life

Conductores:

Hernán Ravelo - MSc en Psicología Clínica y de la Salud. Psicólogo de la Universidad Católica de Colombia, con Maestría en Psicología Clínica y de la Salud de la Universidad de los Andes, certificación internacional en Terapia Dialéctica de la Conducta, por Behavioral Tech. Cuenta con 20 años de experiencia en el área clínica y de la salud en procesos de intervención grupal e individual de diferentes problemáticas emocionales (ansiedad, estado de ánimo, trastornos de personalidad; especialmente trastorno límite de personalidad). 15 años de experiencia en docencia y en procesos de supervisión clínica con estudiantes de psicología y medicina (pregrado y posgrado)

Cecilia Martín - Psicóloga de la Universidad de los Andes, especialista en Psicología Clínica y Autoeficacia Personal de la Universidad El Bosque. Candidata a Magíster en Psicología Clínica y de la Salud de la Universidad de los Andes.

Invitados: 

Ingrid Caro- Psicóloga, egresada de la Universidad El Bosque. Máster en Terapias Psicológicas de Tercera Generación de la Universidad Internacional de Valencia

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