Repercusiones del castigo físico en niños y niñas

Por Gabriela Aristizabal García, Psicóloga en formación.

La discusión frente al castigo físico en niños y niñas es amplia, dichas prácticas se conciben como sanciones que tienen por objetivo corregir cierto comportamiento, sin embargo, esto es preocupante ya que es fundamental la protección de la integridad y el bienestar de los menores y la garantía de sus derechos (Carrillo-Urrego, 2018).

Cuando hablamos de castigo, hablamos del uso de un estímulo negativo/aversivo con el fin de reducir o eliminar un comportamiento específico. El castigo puede darse mediante reprimendas verbales y desaprobación o mediante castigo que genera dolor físico, este último incluye desde una palmada, nalgada, hasta golpes, rasguños, pellizcos, quemaduras, etc. (Sauceda, Olivo, Gutierrez y Maldonado, 2006).

El castigo físico ha demostrado tener impacto a nivel físico, social y emocional, pues impide que los niños y niñas aprendan nuevas conductas ya que sólo suprime de forma temporal el comportamiento indeseado. Además, deteriora la relación entre el que castiga y el que es castigado y en muchos casos existen sentimientos de temor y ansiedad hacia el cuidador. Así mismo, pueden presentarse comportamientos agresivos por parte del menor e incluso una afectación en el sentido de apertura y confianza entre niño o niña y cuidador (Sauceda et al., 2006).

También se ha demostrado que el castigo físico puede tener repercusiones a nivel cognitivo ya que aquellos padres que usan este tipo de castigo tienen menos probabilidades de utilizar métodos cognitivos de control del comportamiento como razonar con él menor. De esta manera, se encuentra que reducir el uso de castigo físico requiere de interacción verbal para enseñarle al menor y dicha interacción verbal favorece la capacidad cognitiva (Straus y Paschall, 2009).

Por último, quiero resaltar que esta claro que el castigo físico tiene muchas repercusiones negativas en los niños y que es una práctica que se está luchando por erradicar mediante la promoción de la crianza positiva y respetuosa.

Con este objetivo en mente me gustaría recomendarles la lectura del Manual para agentes educativos para trabajar con padres y madres “Sin golpes, ni gritos, descubriendo la crianza positiva” escrito por Leonor Isaza junto a el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (2012).

Carrillo-Urrego, A. (2018). Castigos en la crianza de los hijos e hijas: un estado de la cuestión. Revista Latinoamericana de Ciencias Sociales, Niñez y Juventud, 16(2), 719-740. Recuperado de doi:https://doi.org/10.11600/1692715x.16206

Isaza, L. (2012). Sin golpes, ni gritos. Descubriendo la crianza positiva. Manual para agentes educativos para trabajar con padres y madres. Recuperado de http://www.infocoponline.es/pdf/CRIANZAPOSITIVA.pdf

Sauceda, J., Olivo, N., Gutiérrez, J. y Maldonado, J. (2006). El castigo físico en la crianza de los hijos: Un estudio comparativo. Boletín médico del Hospital Infantil de México, 63(6), 382-388. Recuperado de http://www.scielo.org.mx/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1665-11462006000600004&lng=es&tlng=es.

Straus, M y Paschall, M. (2009). Corporal Punishment by Mothers and Development of Children’s Cognitive Ability: A Longitudinal Study of Two Nationally Representative Age Cohorts. Journal of Aggression, Maltreatment & Trauma, 18(5), 459-483. Recuperado de https://www.tandfonline.com/doi/pdf/10.1080/10926770903035168?needAccess=true

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